jueves, 3 de abril de 2008

Cuánto daño ha hecho el Monopoly...

Me he querido esperar un par de días para comentártelo porque no sabía cómo encajar las diferentes "noticias" que han ido apareciendo acerca del nuevo-viejo proyecto de remodelación del Rico Pérez.


Sí, digo nuevo-viejo porque parece ser que tienen en mente hacer un nuevo proyecto más grande que el anterior, el viejo. Me explico...

Lo que en principio era una posibilidad, se convirtió en realidad con la compra del Rico Pérez. Los accionistas del Hércules (llámalos Aligestión o como te dé la gana, eso es lo de menos) acuden a una subasta pública y compran el estadio con la condición de arreglarlo/adecentarlo en un corto espacio de tiempo, debido a su deterioro evidente que su anterior dueño, llámalo Ayuntamiento o ciudad de Alicante, no quería y/o podía solucionar.

Era evidente que sólo iba a acudir el Hércules, porque el proyecto consistía básicamente en eso, restaurar el estadio y, eso sí, acompañarlo de oficinas, hotel, comercios o cualquier cosa que cupiera en el terreno adyacente para poder sufragar los gastos que ello conllevaría. Los famosos locales de uso terciario, vamos.

Nos dieron a conocer los tres proyectos que se presentaron, no sin antes advertirnos que no eran proyectos cerrados, sino una lluvia de ideas que se tendrían en cuenta para el definitivo. Estadios de casilujo, con formas más o menos raras en algún caso, pero que harían del Rico Pérez un estadio de 4 estrellas con posibilidad de albergar finales de competiciones europeas.

Y entonces la oposición se mostró en contra y los comerciantes también, algo evidente y esperado por la proximidad de las elecciones y por lo "mediático" que es siempre el Hércules en esta ciudad. Ni entendí su postura entonces ni la entiendo ahora, siempre hablando en los términos del proyecto que se hablaron en su día. Si la ciudad no puede/quiere hacer frente a la remodelación la tendrá que llevar a cabo alguien, y NADIE en su sano juicio se gasta los millones de euros que cueste eso sin tener nada a cambio.

Pasado un tiempo (casualidad, justo después de las elecciones) se decide, o quizás debería decir "se anuncia públicamente", que Lamela liderará la remodelación y tomará ideas y mano de obra del proyecto presentado por los estudios alicantinos.

Parece que la cosa marcha, aunque más lentamente de lo que a mí me gustaría. El estadio, que es para lo que hemos venido aquí, sigue exactamente igual que hace un año.

Pero llega el día en el que "15 trajeados" se dan una vuelta por los alrededores y... ¡tachán! ¡magia!. Cual pervertido jugador del Monopoy, deciden que esa nave de ahí va fuera, que aquí se pone otra torre, las casas estas las quito y pongo un hotel, amplío la zona de actuación al doble, me hago unos aparcamientos por aquí... y demás cambios que nos han soltado de la noche a la mañana.

Estoy sorprendido por este cambio. No me creo que todo esto no estuviera ya hablado desde un principio. No sé si esto es un globo sonda para ver cómo reacciona la gente (creo que nadie del Ayuntamiento ha dicho nada), pero a mí esto más que un globo sonda me ha parecido la puta estrella de la muerte. No me gusta que se juegue así con el Rico Pérez. Si querían hacer esto desde un principio, ¿por qué no se dijo así en su día? Que iban a ver quejas estaba claro, las han habido desde el inicio, pero de ahí a ir soltándonos la verdad por capítulos y sin tener en cuenta a los que viven/trabajan en ese nuevo suelo añadido...

No te engañes Dayán, sí quiero que se remodele el Rico Pérez, no me importa que hagan una torre (o dos), no me importa que pongan un hotel, no me importa que hayan comercios o un centro comercial, no me importa que hagan aparcamientos... lo que me importa es que, a día de hoy, tenemos el mismo Rico Pérez de hace un año, y seguimos sin tener un proyecto de reforma definido para que comiencen las obras YA y nos lo anuncian para dentro de 8 meses. Y lo que es peor, que cada día que pasa éste crece y crece y queda peor definido, con todo los problemas sociales, políticos y jurídicos que eso conlleva.

No me gusta esto. Tiene pinta de convertirse en otro proyecto sin fin; ahora lo denuncio, ahora lo recurro y al final que, entre unos y otros, consigan que no se haga nada de lo importante, la remodelación del Rico Pérez. Eso sí, tenemos unas consignas de puta madre.

Habrá que esperar a ver qué dice el Ayuntamiento y cómo se desarrollan los acontecimientos. No, si tendremos que cambiarle el nombre a nuestro estadio: Nuevo estadio José Rico Espere.

Imágenes: Monopoly, Diario Información