domingo, 16 de septiembre de 2007

Las primas

Nunca he entendido esto de las primas, máxime cuando el objetivo está bien claro, el ascenso. Me explicaré un poco, Dayán.

El director deportivo o secretario técnico debe haber acordado un sueldo con cada jugador tras unas negociaciones en las que, obviamente, se ha tenido que sacar el tema del ascenso como único objetivo para este año. Entonces, si Subirats acuerda fichar a un jugador para que forme parte del proyecto, y este jugador acuerda un salario con Subirats, ¿por qué hay que pagarle un extra al jugador por hacer su trabajo? Y cuando digo jugador, también me refiero a Subirats y compañía, ya que parece también tendrían su parte proporcional del premio.

Dayán, si yo en mi trabajo no cumplo con el propósito para el que fui contratado me echan a la calle, así de claro. Aquí no, aquí te pagan una millonada y si encima haces el trabajo por el que has sido contratado, te damos más.

Lo entendería si fuera el mismo caso que se dio hace un par de temporadas, en la que el Hércules dejó claro que su objetivo era la consolidación en Segunda División, sin renunciar a nada, obviamente. Ahí sí veo bien las primas por el ascenso, puesto que es un premio que reciben los trabajadores por lograr un objetivo superior al que fueron contratados, aumentando su productividad y, en consecuencia, los beneficios del club.

Quizás lo vería más justo (comparándolo con otra empresa) si los jugadores, con su juego, motivaran a la afición y llenaran el campo, consiguiendo un superávit en lo presupuestado para taquillas o televisión. Un reparto de los beneficios extra conseguidos sería lo ideal, pero acordar una millonada, sin más compromiso que el cumplir con su trabajo... Y si no ascendemos, ¿qué?.

Tote dice que es algo normal, que es una práctica habitual en todos los clubes. A mí, por muy normal que sea, me sigue pareciendo un abuso por parte de los jugadores que, estoy seguro, no dudarían en liarla si desde el club les negaran una prima extra por conseguir el objetivo para el que fueron contratados.

Es más, Diego Jaume iba más lejos y pedía urgencia en "llegar a un acuerdo pronto", para que la negociación no enturbie el ambiente dentro del equipo y les "desvíe" del objetivo del ascenso. Eso, si yo pensara mal, lo podría considerar como una amenaza. En ese caso, en vez de abuso te estaría hablando de extorsión o chantaje. No creo que sea el caso. Creo que los jugadores defienden lo que es justo para ellos, porque siempre se ha hecho, lo cual no quiere decir que sea justo para el club.

En cualquier caso, que los directivos hagan con su dinero lo que mejor crean para el futuro del Hércules. Y dentro de un rato, que los jugadores cumplan con su objetivo de ganar al Tenerife, porque cuantas más victorias logren ahora mejor premio conseguirán tras la negociación.


Referencias: www.laverdad.es