Copito de Nieve
Dayán, hoy me he puesto tierno después de verlo.
Le echaba de menos, pensaba que nunca más iba a volver a hablar de él. Pero no, hoy he vuelto a recordar lo cariñoso y encantador que era, con su pelo blanco, su peculiar dentadura...
Ya sabes de quién te hablo, ¿verdad?
¿Cómo? ¿Que no sabías que me refería a Copito de Nieve?
Quizás lo del pelo blanco y la dentadura te haya confundido. Pero no habrás pensado que hablaba del innombrable, ¿verdad? No te equivoques, a ese que se atreve a opinar de lo que no le incumbe no le tengo ningún tipo de cariño, aunque no me importaría tirarle cacahuetes como hacía la gente con Copito.
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